La reconstrucción de la ciudad se está convirtiendo en el
motor que está propiciando la salida de muchos lorquinos de las listas
del paro. Desde enero a noviembre, según los datos aportados por el
presidente de la patronal Ceclor, Antonio García, un total de 558
personas encontraron trabajo.
Los sectores que mayor número de trabajadores demandaron
fueron los de la industria, construcción, servicios y agricultura. Este
último, según García, es el que «está tirando de la economía». Aunque la
situación sigue siendo complicada -admite- «estamos en un punto de
inflexión que nos demuestra que hemos tocado fondo y que se ha frenado
la caída, primer requisito para que comience la recuperación económica».
La reconstrucción en barrios como el de La Viña, la
conocida como 'zona cero' del terremoto, es una realidad. Las grúas, a
modo casi de bosque, son visibles desde distintos puntos de la ciudad.
Sus calles están colapsadas de camiones, grúas y hormigoneras. «Los
edificios comienzan a levantarse, lo que ha demandado mano de obra no
solo de la ciudad, sino también de toda la comarca», cuenta Antonio
García. Se prevé, según aseguró, que «en torno al mes de junio comiencen
a terminarse todos esos edificios, por lo que la demanda será entonces
de oficios». Carpinteros, electricistas, cristaleros, fontaneros,
climatizadores, escayolistas... tomarán el relevo en las obras para
adaptar las nuevas viviendas que se reconstruyen.
Y tras ellos, llegarán los encargados de amueblar y decorar
los nuevos hogares de los lorquinos. «Ya se está notando algo en el
sector del comercio, pero aún es pronto, ya que calculamos que antes del
próximo verano será cuando comiencen a amueblarse las nuevas
viviendas», explicó. En la última fase de la reconstrucción tienen
puestas sus esperanzas los comerciantes, que pretenden iniciar campañas
muy concretas para incentivar las compras en la ciudad. «Eso sería lo
deseable, que las nuevas viviendas se equipasen en comercios de la
ciudad, porque, sin lugar a dudas, ganaríamos todos», reconoció.
Los establecimientos de mobiliario de cocina y cuarto de
baño están registrando en los últimos meses un 'boom' de encargos. Las
mediciones en obra son una constante, ya que los lorquinos desean volver
a sus casas cuanto antes y esperan hacerlo solo pocas semanas después
de que les entreguen las llaves. Otros sectores como el de parqués y
tarimas también están a pleno rendimiento. Las nuevas viviendas estarán
equipadas con la última tecnología, pero también con materiales de la
máxima calidad, ya que esa parece ser la principal premisa que han
recibido los constructores.
Los empleados de los establecimientos de cortinas,
mobiliario y decoración podrían quedarse este verano sin vacaciones, ya
que los encargos se multiplican y muchos lorquinos aprovecharán el
verano para ultimar sus viviendas antes de mudarse a ellas. El grueso de
entregas se espera para después del verano, aunque antes habrá muchos
edificios cuyas obras estarán finalizadas, en torno a mayo o junio
próximos.
Y las nuevas demoliciones previstas provocarán una segunda
'tacada' de reconstrucciones, que se iniciarán en los próximos meses.
Muchas de esas viviendas que se demolerán se sitúan en el recinto
histórico de la ciudad. También los cambios que se pretenden introducir
en el Pepri podrían llevar a que en los solares vacíos de la vieja
ciudad, en los que solo queda en pie las fachadas sujetas por andamios,
la reconstrucción fuese una realidad. «Nos preocupa y mucho el recinto
histórico. Necesitamos un plan especial de vivienda para atraer gente
joven al centro y así se abrirán nuevos comercios», concluyó Antonio
García.